sábado, 30 de junio de 2012

A vueltas con el pasado

Que hagan huelga los trabajadores de la SER, una huelga preventiva, como dice el comunicado oficial de la empresa, que sitúa además que "dadas las circunstancias que concurren en el ámbito publicitario", vamos, que se van a quitar a unos cuantos de enmedio. Bueno, pues dado que la huelga retomó una programación ya antigua, de recortes, pude oír a Juan Cruz decir que el poeta Ángel González, al que me debo acercar más allá de la copla de Sabina, decía, volviendo a mi entrada de hace unos días que: "cada uno tenemos el pasado que no pensábamos haber tenido", me hizo pensar, mientras yo en huelga pintaba y oía una radio pasada. Después busqué algo más de González, sobre esto, al que le marcaba poeticamente el paso del tiempo,
y descubro estas declaraciones muy clarificantes, porque todos tendemos a engrandecer a veces unas mierdecillas: "el tiempo que yo echo de menos no mereció la pena para nada, fue un tiempo muy aburrido, muy espeso, muy tonto y, sin embargo, hay cierta nostalgia de aquella época". Lo que es la vida, Ángel González.

sábado, 23 de junio de 2012

Un obsequio por San Juan

Mi barrio bullía en esta tarde y esta noche. Los zagalones corriendo, yo esperando que viniera mi prima, para salir con mis padres, saludos, bar, después con la panda de mis hermanos, más tarde, a otros lares con los primeros amigos. Más allá a la organización del colectivo, entre tanto a encuentros fortuitos, a salir, a bajar. La noche de San Juan es siempre una complicación de planes que está muy fácil, y muy bien par a los muy jóvenes, o para los muy asentados Entre tanto es un no saber qué, cómo, con quién. Esta noche me voy al Levante como hace años. Os dejo un obsequio, buscaba otro, pero no lo encuentro, este quizá ya se paró alguna vez por aquí, pero viene ala punto. Feliz Noche. A poniente huye silbante el viento, en la arena queda un rastro de pértiga, el fuego en extinción te envía una señal de cierre de episodio. Comienzan su danza las tártaras violetas, los chamanes negros y el níquel de las navajas.

sábado, 16 de junio de 2012

Gestionar el pasado

Cuando le anuncié quién era y el cargo que ya ostentaba contestó “ah si, aquella gorda que era cocainómana”, y me dejó de piedra, sobre esos particulares yo había pensado, y también los sabía pero le había visto varias veces después, había abandonado aquello, y asentado quizá la cabeza y… el amigo de la frase le perdió la pista y mantenía en su recuerdo aquello, parte del pasado de aquella. Getionar nuestro pasado no es tan fácil como los que hablan ahora “tuneas un poco el currículum y para adelante”, gestionar nuestro pasado es hacer la relectura de todos aquellos falangistas que se hicieron socialistas cuando este partido estaba en las puertas del cambio y habían sido lo otro por que era lo que tocaba, lo que había, más palmarios fueron en aquellos años los currículus de intelectuales y profesores de universidad, que hoy no se si son lo mismo. Bueno, venía a decir que gestionar nuestro pasado en una existencia poliédrica no es tan fácil como meter unas palabrejas con calzador en un textillo, es decir quiénes somos y cómo hemos ido cambiando, esto, siempre y si, con los que con nosotros van es fácil, lo gestionan ellos, pero con los que tienen lapsus, impases de tiempo no lo es tanto. Gestionar nuestro pasado me parece estúpido que sea una preocupación de gentes leales y formadas, es más bien un asunto de débiles y torticeros. El pasado es pasado, pero nos persigue si, y nos ha dado el hoy, pero a todos cuando toca la moral filtra fácil, como el agua y enturbia. Yo estaba durmiendo cuando me despertó por teléfono un hombre del pasado, para un nada concreto y que gracias a eso me trajo al presente, era la hora de la conferencia de Alberto Garzón, el economista joven, vívido, ilusionista, el jovencísimo diputado pasadoo del 15M al congreso, y me fui a verlo: habló del pasado, de la evolución de Europa, de cómo se formó la Burbuja, de la rémora de la izquierda, dijo que la bici del capitalismo estaba parada y caída y que cuando se ponga en marcha tampoco nadie sabe dónde irá, que el trabajo es el de siempre, conciencia lecturas.... Tenemos la rémora del pasado a este nivel global o suprahumano, la rémora que también llevamos personalmente: ‘la que tomaba cocaína’. Es fastuoso más que grande hacer ver a los demás lo que queremos que vean de nosotros, orientarles y dirigirles para que vayan por ahí dando la imagen de nosotros que nos interesa, pero no es tan fácil, si eso fuera así yo sería rico. Nuestras acciones, nuestro día a día, la forma de entender del otro, su pasado también, les rebota nuestra imagen, nuestra persona (palabra que viene de máscara). El hombre que recordaba así a la mujer que ostenta el puesto ha traído a este mundo una criatura a la que tendrá que explicar, porque así lo mandan los cánones, un pasado que esa criatura apenas ha vivido y tan siquiera tiene, todo por la huella corporal, física, de esta criatura. Habrá de inventarse un pasado cohabitable con el que tristemente hay escrito en los papeles que algún policía o agente de lo que sea habrá inventado en su país de origen. A veces nos preocupa nuestra mala conciencia, a la que el malo de Pérez Reverte le dedicaba un buen artículo no hace tanto, esta sólo se quita con la buena conciencia, como yo estoy ahora, con ganas de escribir, pintar y follar, el problema es que me preocupa el futuro, y eso no me deja pararme en esto que les he dicho que me gusta, así que el tiempo que tengo no lo echo en leer a la hija de Punset, que si, se llama Elsa pero no me interesa, ese es su pasado: la hija de Punset, que lo gestione como le de la gana. Si no les preocupa el futuro, y si creen que controlan su pasado, cómprense el nuevo libreto que la susodicha ha escrito y ha puesto a la venta. Si han llegado leyendo hasta aquí, ustedes perdonen, este artículo se ha escrito sólo para pasar el rato, bórrenlo de su memoria, y de mi currículo. Buenas tardes.

viernes, 8 de junio de 2012

El Acabóse

He llamado para que se remate de veras y bien, se devuelvan las llaves y se despidan de quienes nos acogieron más bien, bien, en su sede. Cierra ya la asociación de la que fui promotor y de la que a la postre he renegado hace casi un año como socio. Podría glosar miles de cosas pero voy solamente a determinar lo que dio de si una idea que allá por mayo de 2004 vio la luz el día que se casaba el Príncipe de España, y que se configuró hasta el primer medio año como algo lleno de de esperanza e innovación, donde saltó al poco el primer despropósito, a los tres años un siguiente, y se arrastró medianamente clara su postura y apuesta hasta un último año en que la desidia se apoderó del colectivo, y de a poco verse, planificar y creerse, a defenecido no aún sin tener que finiquitar los haberes en prebendas para los miembros, sin ton ni son, a mi entender. La Asociación muere por inanición, han sido cosas, no problemas que ya los hubo en su tiempo, los que han devenido en la desgana, la desidia, por una cuestión simplemente de creencia. Funciona aquello en lo que la gente cree, y la forma de creer siempre se ha evidenciado en asuntos tales como ilusión, dedicación de tiempo e inversión de dinero. Si todo eso se ha ido despilfarrando, primero por falta de disciplina y más allá por falta de ideas, y después de eso por creencia, estaba cantado lo innecesario de la existencia. Con todo, el colectivo sirvió en casi toda su vida para tres cosas, una muy importatne la divulgación histórica, patrimonial y creativa de dentro y en los confines de la provincia, de otra para mantener ciertas tradiciones y de una tercera para ofrecer pequeños espectáculos y fiestecillas. Alguna parte singular creo que mantuvo en el fondo, y en las formas, de presentar; sin demasiada difusión, no llegó nunca a ser una gran organización en su ámbito, ni en su especialidad, pero logró llevar a muchas personas, acaso 200, por primera vez ante eventos, experiencias y hechos etnográficos o culturales que por otra vía no le hubieran llegado a las cercanías nunca, esto lo afirmo en redondo. Nació, cuando una señera organización, el Ateneo, cerraba por luchas internas, nació también a la par que la asociación de amigos del mayor castillo de la provincia, y que un colectivo de jóvenes con discapacidad creyentes en la creatividad. Estas dos últimas perviven, por distintos motivos, uno y claro por su especificidad, lo que aquesta que nos ocupa no tuvo, y también quizá por la formación e intereses de los que las forman, dirigen y mantienen. Uno no puede descargarse quizá de no haber influido e insistido suficientemente en la formación, en la apreciación, pero vivimos en una época de utilitarismo y servicio, que si, muchos de los que fueron llegando lo traían implícito y ni esperaban, ni querían otra cosa, y así han acabado con ese tufo las últimas actividades. Muere pues algo que al nacer venía de la mano de la autofinanciación, la expectativa y el todos los públicos y que ha terminado quemando lo que había en las arcas porque era una complicación dejárselo a otros que quisieran hacer cosas y que han demostrado su solvencia. La vida es así de irónica, pero uno ni podía dar lecciones sin volver a complicarse, lo que se llama exigir sin exponer. Se va con el viento algo que tuvo su vigor, su vigencia, sus dilemas, sus conflictos, sus alegrías, sus expectativas y sus quebraderos de cabeza y sus hechos fehacientes también. La gente no está para pensar, para complicarse, uno tampoco. Acabóse, si todo en la vida es así, pero sin melancolía baladí conforme acaba todo parece más feo. Vienen otros, si, quizá con otro son, acaso con otro método, quizá con el mismo fin. Morir tiene sentido cuando se ha acabado el proyecto, y los proyectos si, los llevan a cabo las personas vivas. DEP.