jueves, 27 de junio de 2013

Marcapatrias


Admiraba a Lula Dasilva incluso a su sucesora Dilma Rouseff, les puedo seguir admirando pese a que se haya liado una revuelta que empieza por el precio del transporte y acaba por otros aspectos de las condiciones de vida de los brasileiros.
Nos vendieron, estuvimos hablando algunos amigos sobre la emergencia del grandón país, sus posibilidades, y ahora esto. De mi juventud a mi umbral de madurez no se cuanto he cambiado evolucionado, desperezado o desencantado, pero siempre admiré a la pertinaz Ángeles Caso. Era mi presentadora de los años de instituto, después se fue a la literatura con aquel primer premio que no recuerdo, bien, el caso es que ella interviene en la Ser y dice que en los ochenta vivió en Río de Janeiro, acabó sus estudios y se fue a probar suerte, frente a su piso compartido (cerca del Estadio de Maracaná) había una favela en la que se vivía muy mal pero los fines de semana había cancha de fútbol y junto a esta espacio de vecindad donde se bailaba samba, ambas cosas de viernes a lunes de madrugada. Pan y fútbol dijo después, y a la tercera asestó el hachazo en el espinazo “no esperaba esto de los brasileños porque son conformistas, me ha sorprendido, Lula se ha dedicado a hacer una campaña informativa de la bonanza del país, Brasil es un país que tiene dos de las peores cosas corrupción y violencia”. Esto dijo no textual pero si contextualmente.
El gobierno de ahora de España quiere vender una cosa que se llama ‘Marca España’ y a la par quita presupuesto a los Institutos Cervantes y cierra algunos. Embajadores y cónsules están a la labor. Jodió mucho el reportaje de la crisis con fotos en blanco y negro en el New York Times, Madrid quiere Eurovegas.
Pérez Reverte ha ido a visitar a un amigo pintor de batallas al que le ha elogiado un cuadro de la guerra de Afganistán, y a petición suya le ha escrito tras el lienzo, que colgará en un museo militar de Toledo -no va a estar en la Almadraba de Monteleva ¡claro!- le ha escrito digo: “Durante siglos, en cada una de sus huellas estuvo España”. El pintor, cuando se retiren las tropas del todo pondrá nombre y apellidos de todos los españoles caídos.
Me parece lo más normal del mundo que los gobernantes y estadistas promocionen las acciones que hacen, den una idea de su gobierno o estado, idealizada, falsa, de venta. Me parece que los hombres repartidos son los que hacen la marca y por eso nada mejor para la campaña de este gobierno que la desbandada que tenemos por Europa y América de nacidos aquí, allí hablarán bien, con los de aquí nos pondrán a caer de un burro. Vendrán con mundología.
Con todo lo del arranque de esta entrada tengo ganas de ir a Brasil, no para quedarme. España no se el report del New York Time ni Brasil es Ángeles Caso. Perú, me imagino que es los que danzaban en la Playa de San Miguel en San Juan y jugaban al vóley y asaban pollo y tenían gafas ridículas, y  Rumanía los rumanos que movían las manos ante el acordeonista y la guitarrista en la misma playa bebiendo Ángelis con hielo, pareados a los peruanos; ambos con los mejores generadores de luz en una fiesta particular dentro de una celebración levantina cuyo ritual es comer sardinas, lavarse los ojos, prender fuegos y emborrizarse en arena.
Mis paisanos en San Juan fueron menos que otros años, hicieron hogueras ridículas y soltaron unos farolillos con fuego venidos de China.
La marca es lo que deja huella, Pérez Reverte a lo mejor no está equivocado: pisamos terreno y sobre la marca surge uno de nosotros, los patrios. Es jodido que desde los ochenta en que la periodista Ángeles Caso fuera a realizar trabajos como historiadora del Arte en un país tan pobre sigan sobresaliendo la corrupción y la violencia. Ojo al parche por lo primero de los dos males brasileiros, a lo mejor no nos jode la marca, pero nos jode España.

PD: ¡Ah! se me olvidaba, vuelvan a ver aquel video ‘Españistán’ que tanta gracia les hizo.

1 comentario:

castelo dijo...

La única marca que están dejando es un pais con una Sanidad desmatelada, una educación maltrecha y lo peor, un pueblo altamente desencantado. Esa es hoy LA MARCA ESPAÑA