miércoles, 28 de noviembre de 2012

El hombre arrojado



Sallió al balconcillo, con ímpetu quizá, dio un barandazo, cayó a la calle y murió. Ocurrió en Dos Hermanas, Sevilla, el hombre despedía a su hijo que abandonaba su casa quizá en la visita semanal, eufórico o resignado, en el adiós del último vistazo. El parte oficial dice un cúmulo de circunstancias: forja mal agarrada en un piso de diez años, una guirnalda de luces de Navidad, y no lo explican bien, pero se refieren al peso del hombre. Un hombre muerto. ‘Gira, el mundo gira’.
Javier está borracho pero atento, me cuenta quien es el magnífico intérprete de esa canción, diré yo Napolitana que me recuerda a Mari Samper desvistiendo su cara de clown, la grandona actriz catalana de la que ¡Ya quién se acuerda! Nos queda la Sardá con registro parecido. ‘Gira, el mundo gira hacia el espacio infinito’.
Yo le podía atribuir a Francisco o a Raphael la canción pongamos de tono italiano ‘El mundo, que no ha parado ni un momento’, y ahí sostiene el tono. Metemos un zapateao, con más gracia que el Cascanueces, que lo hará el Capullo de Jerez, enjuto, loco, de mirada distraída, a compás por bulerías: ‘Hacia el espacio infinito’, y nos falta un enano, o seudo: Arévalo que nos dejó un montón de cintas, haciendo palmas con su falsa risa de oreja a oreja.
El cantante que mi amigo que bebe me determina lo tengo en la mente y no recuerdo su nombre, la canción sigue, llena de vida, subida de tono, en el repertorio podemos meter a cualquier otra voz menos a Maria Dolores Pradera, que siempre está medio muerta cantando, ni a Perales, ‘con amores que comienzan, con amores que terminan’, coño, mira a Amaya de Mocedades le podemos dar este verso.
El hombre salió a darle el adiós a su hijo y con el gesto del saludo encontró la muerte. ‘Gira el mundo gira, en las calles en la gente, corazones que se encuentran’. Esto no es un cuento de Natividad, pero podría serlo. Le echo mucha fuerza de gravedad a pequeñas cosas (no me jodan, se que estamos en un terremoto) y apisono y prieto los dientes cuando a lo mejor no merece la pena por lo que lo hago. Albano me dice con las sílabas muy remarcadas, al oído que tengo de gente como yo ‘Ellllllllllllll, Munnnnnnnnnndo, Que no haaaaaaaaaaaaaa parado ni un momeeeeeeeeeento’. Me voy a llevar la guía a la imprenta.

1 comentario:

castelo dijo...

Demasiados muertos en tan poco espacio, gira el mundo gira, .......