viernes, 23 de septiembre de 2016

El hombre nuevo, menos sexy


Se le ocurrió decirlo recién probado el escarmiento, iguales resultados con un millón menos de apoyos, y como es el segundo, el primero le ha endilgado la culpa de la pérdida en estos días que uno y otro se combaten en el brillo de las pantallas. Ya saben. Se trataba de ser quizá “menos sexy” como si hablara Brad Pitt a Beckham. No hago más demagogia, se trataba de ponérsela dura o hecho agua a la gente con “el cielo se toma por asalto”.
El caso es que estos dos con los papeles cambiados respecto al referente más inmediato Guerra-González venían a rehacer la “nueva política” a suponer “la fuerzas del cambio” y a  hacer llegar por fin “al hombre nuevo” (esto último lo acuña el ínclito Miguel Ángel Aguilar) y ya han visto el remedo de aquellas sevillanas de JJ Palacios: “de aquí no se mueve nadie, soy el Caballo de Troya, y estoy dispuesto a cargarme medio congreso si no me apoya…”. Ser el líder es mandar, si alguien pensaba en círculos circuncéntricos estaba en una espiral. Eso marea, y no lleva a ninguna parte.
Todo empezó por Madrid, kilómetro cero, donde que sepan los adscritos y los del derecho a decidir, que aún hoy por hoy sigue siendo la corte, con sus intrigas, sus bufones, sus tronos y sus meretrices. De Madrid al cielo, con un San Pedro, que se queda también en la puerta a no ser que le entreguen las llaves. Por asalto JÁ.
El hombre nuevo tampoco se si estuvo en las plazas, si es que a estas alturas alguien estuvo. De nuevo nada, se va de putas, así que más bien hace esquina, una cosa que a los in-progres siempre les ha parecido tan mal, porque ya no hay putas cenetistas, y ese hombre tan nuevo que tiene menos de veinte años es quien llena los burdeles, y la tropa, no ya de albañiles atribulados, sino universitaria -a lo mejor a alguno les ha dado clases incluso los del tándem (antiguo trio: remetan a Monedero)-, estima en un 20% que no tendría ningún problema en “pagar por follar”, es parte del plan del finde.

Las putas por Montera, haciendo el paseíllo, mientras el festejo no tiene presidente, ni alguaciles, ni delegado de plaza, pero todos cobran, como si se jugaran las tripas cada tarde. Los menos sexys, que tuvieron el atrevimiento de anunciar aquello después de perder gran parte del público, se dirimen en el ágora del pajarito inofensivo, abriendo el pico, que “hay que dar miedo a los poderosos” o “hay que ser más amables”. Entre tanto en la cornisa atlántica seguirá el orden establecido. El fundamento del experimento está así para la bullanga del púbico: miedo-amabilidad. El hombre nuevo piensa en follar: ¡que antojo! Pero Pablo, temor del único Dios verdadero, quizá debería dedicarse a fundar iglesias solo de su confesión y así no habría cisma, o voilá, ayudar a Pedro a “sobre esta roca edificar su iglesia”. La excitación en ambos casos es ínfima, por eso la gente va al Séptimo Cielo, pagando.

1 comentario:

castelo dijo...

Juego con ventaja pues a estas horas ya conocemos los resultados electorales en Galicia y Euskadi, por lo tanto, sabemos del famoso sorpaso, que siempre me he preguntado, que signfica, en la realidad actual, pero bueno, lo dicho, que Podemos o Marea, ha quedado por delante del PSOE, relegado cada vez más, a una fuerza indecisa, (apoyo al PP, me abstengo, formo un gobierno de izquierdas, de derechas, ...) tanta indecisión es cierto que se paga en las urnas. Desde aquel Suresnes en que los Felipistas renegaron del marxismo y aceptaron la socialdemocracia light como la mejor de las ideologias para gobernar, el Partido socialista se ha encontrado con muchas, muchas, encrucijadas sin resolver. Ahora llega Podemos ¿resolverá? pues, está por ver.
Aunque creo que me he liado y este post iba de Follar o no? de ligues en APP, o tampoco? en fin, mejor, ponerse a ver gran hermano con cuerpos fibrados, tias buenas, peluquines de pega y rasca, y como no, amores, sabanas, edredones, restregones, caricias, empalmadas, todo junto, con alcohol y falta de comida, y ya tenemos al PP con mayoría absoluta en Galicia, VIVAN LA CLASE TRABAJADORA.