domingo, 7 de noviembre de 2010

A término


El día que me muera daré por concluida mi vida, y no estaré aquí para contarlo. Esto les puede parecer surrealista, y lo es, entiendo que cada vez mi estilo de vida es más surrealista sin pretenderlo, y me divierte, e incluso: me emociona.
Yo no soy un vago, todo lo contrario, un nada paciente, hoy he dado por terminado, he llevado a término, una trama de hace más de año y medio concebida casi a tiempo real pero almacenada todo este tiempo. La he dado por concluida con la seguridad de un desahogo a razón de que otros la puedan adornar mejor si es que merece la pena.
Cuando uno pone un punto y final tiene a su vez una duda, en pintura, el gran profesor Francisco Góngora decía que los cuadros no se acaban: ‘se dejan’, y llevaba razón. En la vida contada con letras, para los que hemos tenido la suerte y la soltura de tramar diariamente con la premura del reloj siempre en contra, sabemos que lo ofrecido eran retazos porque las grandes obras de la vida, una vida entera con sus escenarios, sus aparejos, sus desmanes, sus intríngulis, su desazón, sus consejos ripiosos y su trazo cruzado que se llama esperanza está en los albaceas del dispensario divino, y son pocos los que cuentan con este encargo.
Así que uno como yo con los dones que ha podido desenterrar ha intentado, por un hoy, llevar a término una trama en la que estaba alquilado el escenario, pasaban por allí los personajes, donaba su matiz la atmósfera y brotaban las palabras como dudas. He llevado a oficio ser apuntador de un guión de otros, y en once retazos de vida se acabó la función y por tanto, puedo salir de la concha.
Sacar verdaderamente conmigo una perla sería tener un hijo. Por lo pronto, creo que me he liberado, ando suelto buscando otras corrientes. Mi vida es un sinfín donde en verdad la memoria no deja los pasos perdidos aunque se muestre siempre en el aquí, y en el ahora.

2 comentarios:

castelo dijo...

Como una gran obra de teatro, aun sabiendo como se inicia y cual va a ser el final, tu eres quien has ido poniendo decorados, buscando o encontrando personajes y los mas interesante le has dado la visión que solo tu podias darle, por eso, escribir la experiencia vivida no es sino otra forma de volver a estrenar la obra. La espero con entusiasmo

Anónimo dijo...

"(...) ¿Tenemos un espléndido pasado por delante? Para los navegantes con ganas de viento, la memoria es un puerto de partida"
Mario Benedetti en Ventana sobre la memoria II

Felicidades flor... me alegra saberte liberado... viniendo del Mediterráneo no podría ser de otra manera ;-)