jueves, 15 de diciembre de 2011

La contraprogramación



Me envían un editorial de una revista flamenca en el que el editorialista se queja, veladamente, porque no hay motivo real, de que se haya hecho un gran homenaje (dos) al guitarrista jerezano Moraíto Chico, y no se haya hecho ninguno a Enrique Morente, del que sabrán que de su fallecimiento se ha cumplido un año. No tiene sentido alguno esto, más que ponerse manos a la obra.
La Noria, que yo no la veía, la han quitado de la parrilla, porque han pagado, me entero por el telefilme de Quintero, 9.000€ a la madre del Cuco (del caso Marta del Castillo), para que vaya a hablar de su hijo, la han quitado porque los anunciantes o sponsors han quitado la publicidad. La tan perspicaz como enérgica y llena de dobleces, y por tanto interesante, periodista y miembro del Opus Dei, Pilar Urbano, pone en solfa la decisión, la verdad de la decisión, por la que desaparece ese programa.
Pantalones azulones y aparcamientos para personas con movilidad reducida es lo que uno encuentra al llegar a Salamanca, después, la ciudad señorial, monumental, universitaria, castellana y jamonera. La gente viste de colorines, los niños mucho, en un sitio tan ambarino y añil. Los cojos entran con sus sillas de ruedas en la disco que es una iglesia que no lo parece.
Hacer algo siempre fue infinitamente más difícil que criticar algo. Preparo unas postales de Navidad que tienen tufo pero no la aparentan. Las ideas están agazapadas, el presidente in pectore, que ironía está, cambiado, cambiando, y sacando la patita.
Hablo con extraños de residencias de ancianos y del cargo de los viejos, paro por ensalmo en las fotos del último viaje, en la atmósfera ambarina, y bruñida de otro sitio que no es salamanca, se llama Cáceres, se la ofrezco. La realidad era menos fantasmagórica que la representación. Las fotos tienen en si esa cuestión de extracto de muerte, de valor ya amortizado, una amiga no pinta del todo bien porque lo hace sólo de foto. Eso creo.
No tengo nada más que decir, había pensado en otras cosas antes de sentarme y abrir la tapa del piano, pero he cambiado en el último momento, después de tantos años es mi derecho.
Jose Salvador Castelo, me han cambiado los zapatos por otros igualitos, esperemos que aquí la niebla no llegue.
Tiren de la cisterna antes de salir del baño.
Compren queso de oveja curado del lidl a 7.90 los ochocientos gramos, si lo encuentran, y saluden a sus madres de mi parte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

    No se si es contraprogramación, porque desconozco cual era la programación; pero sí lo es lo de Arcadi Espada y sus ataques gratuitos.

    Este comentario es como mear fuera del tiesto y es que lo malo siempre se pega, pero al menos lo mio no es gratuito como lo de Arcadi.

Itan
itan.bitacoras.com o itan.co.cc
 

castelo dijo...

Lo de los zapatos ya lo dice el anuncio, el resto, vivido y ahí radica lo importante, para contar hay que vivir, si uno no vive, no cuenta sino que sueña.