sábado, 3 de diciembre de 2011

Bombones


La obra de Nicanor Parra la conocí buscando en internet un poema a la amistad. Me quedé exhausto, por no decir horrorizado. El poema en búsqueda tenía que acompañar una caja de vino para un regalo de nuestro colectivo, criado en la acción masiva y queriendo cumplir ofrecí el ‘A la buena gente’ de Bertolt Brecht, valor seguro, y así fue, llegó el vino con el poema.
Los bombones son el socorrido regalo de los enfermos que no padecen de estómago, en países avanzados un regalo de enamorados. Los bombones son en sí una cosa inservible, que engorda en porciones, y que son pecado. Los bombones son por tanto, encajados ,un regalo insulso, no así dispuestos en bandejas en una exitosa celebración. Si los bombones están sin envuelta y dispuestos en bandejas de cristal hay que acabarlos por deferencia, respeto y lujuria.
Tuve que comprar el otro día una caja de bombones a petición materna, y después de remirar los Montcherí, me tiré por el surtido de Nestlé que era más amplia la caja y de más colorines.
Los bombones son una delicia fina, la que más, una cuestión cortesana y en mi familia ha habido algunos grandes fabricantes de los mismos. El bombón guarda su primer secreto en la calidad del cacao, en la mezcla con la grasa (manteca de cerdo en general) y en su parte de leche. Dicho esto en las cápsulas que le dan forma; y en los rellenos, antaño sólo frutos secos ý frutas escarchadas incrustadas o coronando, devenidos en jarabes vendidos como de licor, y en bombones sanwihs de dos, tres, cuatro colores.
Si tienen a bien comprar bombones para su casa esta Navidad, lo cual no estaría nada mal para ese caso, dejensé de estas tonterías anunciativas. Ferreros, los nombrados antes y Lindors, busquen, que no se si siguen existiendo: Trapa (si, los de Ruiz Mateos) y Uña (una de las mejores marcas), si pasan por sitios finos: Madrid, la tienda de Valor, Barcelona o mismamente Alicante, prueben los que le ofrezcan en obrador, y con uno, se imaginan el resto. Las trufas son el bombón por excelencia, pero de vida corta por la nata, hay sitios que las hecen buenísimas y otros para estrellárselas en los sesos.
Yo, a suelto, sólo compré una vez en Bélgica, fueron carísimos, y a razón real, tampoco tan buenos.
Si estoy enfermo no me traigan bombones. Son una cursilada, y si se han enamorado de mi tampoco, ni eso ni flores, y de hacerlo, que vengan fuera de envuelta, dispuestos en bandeja de cristal y para gastar en el momento. El resto es como regalar una bolsa de rosquillas, un regalo de mal gusto.
Los que compré, que conste, eran para regalo, pero no era mío. También dice que está bien llevárselo a las paridas, que es un caso extraño de ingreso en un sitio de enfermos, a las que mejor, a tenor de las últimas noticias, llevarles una caja de cerveza sin alcohol, que les llama y da mayor calidad a la leche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

    Cómo algo tan pequeño puede dar para tanto, imagino que por ser también muy sabroso, y por eso te salió algo tan bello, endulzado por el azucar que no mencionastes como ingrediente importante (ya que el dulzor o amargura le da caracter propio a la pieza), aunque igual... precisamente por eso no lo mencionastes, porque lo gastastes en el texto :-).

Itan
itan.bitacoras.com o itan.co.cc
 

Ébanen dijo...

Es cierto: nunca te gustaron envoltorios ni serenatas, a mi lo primero no, lo segundo depende de la tocada bandurria.., de cualquier modo un bombón es aquello dulce que añoramos morder y al morderlo nos sacia en placer, dulce y extenúante, exagerado para el paladar frente al oprobio de la sensación, suculento y dúctil frente a tamaño y morfismo, efímero y al unísono perpetu sensorial... Recuerdo en todo ello tus serenatas en La Habana de los antepasados Murcianicos de obradores y señorío, te recuerdo sabiéndonos tácitamente quiénes éramos, y en ese recuerdo añoro si entonces sabíamos lo que somos!
Se que como tal dulce magestuoso tu sigues siendo, cual incólume azúcar, la integridad de la artesanía elaborada a conciencia y el mejor de los postres de la amistad!
Suerte en tu desnudo pictórico-publico, espero que pese a mi desleal ausencia convides bajo tus obras!

castelo dijo...

Tampoco los Valor eran para retorcerse de placer, eso si, dicen que el chocolate sustituye al sexo, y bueno, tal y como estan las cosas es bueno tener un sustituto siempre a mano, en tu caso creo que 15 ¿no?.