lunes, 13 de febrero de 2012

ACATAR

No me voy a Katar, voy a hablarles de lo que creo. Tenemos que acatar la sentencia dictada por jurado popular que absuelve a Francisco Camps, y tenemos que hacer lo mismo con la que inculpa colegiadamente unanimidad en el Supremo a Baltasar Garzón.
Estos dos asuntos ponen sobre la mesa la idoneidad de los jurados populares para según qué casos, o para todos los casos, y la politización de la justicia respectivamente. Si, es así, quién había dicho que esto era perfecto, quién había creído que estábamos en lo cierto.
Que Grecia e Italia tengan a dos tecnócratas de presidentes del Gobierno, nombrados por sus parlamentos, elegidos por el pueblo, a instancias de órganos de representación supranacionales, puso en el punto de mira a un amigo que me dijo ‘que haya tecnócratas en circunstancias excepcionales no está tan mal’, y a un conocido nada sospechoso de retrógrado, ni conservador (por su trayectoria) en la idea de que ‘los tecnócratas están bien’. No lo comparto, pero entiendo que esos pueblos tienen que acatar la voluntad de sus parlamentos.
Quien sale elegido para un cargo en unas listas, tiene que acatar las orientaciones de su formación, desestimo, tras una conversación con otro amigo, lo que venía rondándome: las listas abiertas pueden llamarse más democráticas, pueden dar lugar más fácilmente a engaños y veleidades personalistas. No estoy de acuerdo con ellas.
Lo que el PSOE de Sevilla ha hecho tras el congreso nacional ha sido joder la marrana. Los intereses muestran que importan más cada uno que el partido, osea: cada facción. Esto los demócratas lo tenemos que valorar así. Los partidos con historia tienen sus facciones, que si, vienen de faccioso, lo cual viene de cara, o sea de personalismo, es decir, de grupito. El partido no tiene más que acatar o abrir expedientes de expulsión.
Si creo en las organizaciones, quizá en parcelas pequeñas, es por su función de reflexión, postura, acción y quiere decirse que lo que se decide-aprueba, se defiende.
A mi, por ejemplo en un organismo me dieron trabajos durante un tiempo sin compromiso firmado, se fueron los que había y los que llegaron no quieren saldar una cuenta pendiente. Por las normas-formas que aquellos llevaron, quiere decirse que tengo que acatar lo que aquestos ven o fundamentan para joder a aquellos y a mi. No hay más vuelta, como no pertenezco a ninguno tengo mi derecho a defender lo mío a sabiendas que puedo no llegar a ningún lado.
No creo, y esto lo digo en serio, el resto supongo que también, en la versatilidad de las decisiones, las decisiones son decisiones y se acabó. Valen para el tiempo que tras engendrarlas les demos de vida y en estas cuestiones político-sociales-judiciales tendremos, si nos implicamos, que tener seriedad, rigor y pundonor. Yo no estoy de acuerdo en casi nada con el Papa, pero si todo es relativismo, todo es reversible, no vamos a ningún puto sitio. Los dogmas convenidos son una cosa, y los intereses particulares otra.
PD: Ha sido muy llamativo para mi que en la huelga de los empleados de Iberia hubiera una pancarta de la CNT.

1 comentario:

castelo dijo...

Gallardon, a la postre Ministro de Justicia, defiende como más democrático que los jueces eligan a los jueces, claro si tenemos en cuenta que la entidad que más poder tiene dentro del sistema judicial es la Conservadora ya está todo dicho. Tengamos cuidado con las trampas, porque estoy de acuerdo con mi amigo Luis, que el Psoe creia que la legalidad eran ellos y así no se puede gobernar lo público, quizás ni lo privado. Ahora bien, no olvidemos los apellidos de quienes nos gobiernan para saber donde y como se han educado. Estoy harto que me digan que la gente que vive en el Vacie no tiene solución y sin embargo creamos que quien se educa entre fascistas, dictadores y golpistas si tiene la capacidad de cambio, amigos o todos o ninguno.