sábado, 23 de junio de 2012

Un obsequio por San Juan

Mi barrio bullía en esta tarde y esta noche. Los zagalones corriendo, yo esperando que viniera mi prima, para salir con mis padres, saludos, bar, después con la panda de mis hermanos, más tarde, a otros lares con los primeros amigos. Más allá a la organización del colectivo, entre tanto a encuentros fortuitos, a salir, a bajar. La noche de San Juan es siempre una complicación de planes que está muy fácil, y muy bien par a los muy jóvenes, o para los muy asentados Entre tanto es un no saber qué, cómo, con quién. Esta noche me voy al Levante como hace años. Os dejo un obsequio, buscaba otro, pero no lo encuentro, este quizá ya se paró alguna vez por aquí, pero viene ala punto. Feliz Noche. A poniente huye silbante el viento, en la arena queda un rastro de pértiga, el fuego en extinción te envía una señal de cierre de episodio. Comienzan su danza las tártaras violetas, los chamanes negros y el níquel de las navajas.

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