martes, 18 de septiembre de 2012

Santiago

Tenía pensada otra cosa, pero me ha dado rubor finalmente. Oía a Santiago Carrillo cada martes por la tarde en La Ventana con Genma Nierga y Martín Villa, se lanzaban sus complacencias los dos políticos, y me entregaba y apreciaba lo que cantaba el exdirigente comunista de la actualidad, de la situación, y a su defesa de Zapatero, también últimamente sus equívocos, en esa radio. Cuando Murió Marcelino Camacho dije que iba a poner a caer de un burro a este viejo socarrón y leído, de una generación de políticos hechos en la cultura, no en el dossier de última hora, pero a eso, última hora me ha dado rubor. Oí por primera vez hablar de Santiago Carrillo a mi abuelo Pepe, como le oí hablar de muchos otros de la transición, del exilio, de la Pirenaica. De Pasionaria hablaba más y mejor mi abuela. Santiago Carrillo fue la dignidad hasta que dejó después de cincuenta años su partido para fundar otro, ya metido en los ochenta años de su propia vida, esto es un hecho injustificable y peor ingresar a sus seguidores en otro partido a su vez, el PSOE, y él quedarse fuera. Con todo era muy lúcido, y sobre todo había vivido situaciones, realidades e ideas que le posicionaban en la capacidad para un análisis rápido, claro y vertebrador, y más allá de aquello en la formulación de alternativas que en la época que yo le escuchaba, fuera de toda responsabilidad, pero con el peso heredado de la representatividad, le hacían valedor de aciertos , nunca en tono de excátedra. De sus desmanes, advenimientos, desentendimientos y luchas, Vázquez Montalván hizo un gran retrato de él y de los otros culturetas del exilio de fuera y el interior en ‘Pasionaria y los siete enanitos’, que les recomiendo a los interesados lean. Por último decir que es una solemne pérdida la suya, y a la par fueron deshonrosos su desentendimiento y su ‘ingreso’ en el partido de al lado. Que serán inolvidables sus gafas de sapo y su risa de niño desdentado, y su retranca, que tuvo un semblante machadiano, y que acertó aquel humorista que escribió, cuando el nombramiento de Gerardo Iglesias, que duró un asalto: “… al volver la vista atrás, veo a ese chico, Gerardo, que jamás debí nombrar”. Y una última cosa: el Partido Comunista de España ha sido el mejor surtidor de las cajas de galletas del resto de partidos. Y otra pos-última, la debacle de 1982 fue injustificada: la gente piaba, y pía y se va a otro comedero. Buenas noches.

2 comentarios:

castelo dijo...

Compañero, hoy mas que nunca, por aquello del homenaje a Santiago, tuve la suerte de escucharlo en un mitin, y a Pasionaria tambien, él me impresionó menos. Lo conozco poco, aunque he libro que recomiendas lo tengo y lo he leido, lo que si tengo claro que en estos tiempos qeu corren cuanta falta nos hace un dirigente que de un zapatazo en la mesa y diga BASTA y creo que el se lo ha dado a mucha gente a lo largo de la Historia. Hoy en la primera un homenaje donde se habla de Paracuellos, el excuso siempre aquello dicendo, que eran atrocidades de la guerra, injustificadas," no pensabamos en la Historia sino en el momento, porque quizás a los tres dias estabamos colgados en el Puerta del Sol" pero eso si tenia claro, que nadie, y digo bien, NADIE, compare aquellas atrocidades con lo que hizo el franquismo en las cárceles, en las cunetas del cementerio, en los pueblos, porque ellos los dictadores ya habian ganado la guerra. Qué descanses en Paz Santiago bañandote en las aguas de ese mar Bravio en Gijón.

Ébanen dijo...

Sorpresa de Carrillo, antes la de Aguirre, mientras el de la oposición en su sillón contesta preguntas preparadas, afiladas; él responde a la suya, mientras Aguirre le tapa titulares, mientras Carrillo agoniza, mientras Mas pone rupturas y tiemblan los puntales de un estado ruinoso. Quizás nos faltó ese último chascarrillo de Carrillo sobre catalanadas en tiempos revueltos, mientras ya la Aguirre ni parla, mientras el de la oposición se mesa la barba porque ni pinta ni le atacan. Después… cenizas. Quería terminar con eso de DEP pero creo que en éste caso metería solemnemente la pata!