martes, 13 de septiembre de 2011


Como un susurro. Se conocen bien, se conocen tanto que toman actitudes parecidas, que tienen gustos parecidos, que comparten tiempo, hay, tiempo perceptiblemente parecido. La comunicación a ciegas, a espaldas, es un susurro, un susurro como el leve mar que les enfrenta a donde rompe tímida la pequeña ola, aunque sus miras están más allá, donde se pierde la masa de agua que en todos los confines es tan parecida y que ignora, para bien de ella, a quien hay delante y a quien hay detrás. Quizá, en unos instantes se vuelvan y se miren de frente, entonces se hallarán, por ahora y a así, ignorándose, como un susurro, se sienten.

2 comentarios:

castelo dijo...

Desearon vivir vidas diferntes y han acabado compartiendo la única que tienen. Miran, ven y sienten con la misma pasión que pueden hacerlo dos animales, uno de ellos racional, el otro .... entre la belleza cabe destacar la linealidad del rabo, sin pecar en cual de ellos.

Ébanen dijo...

Me encanta.... Solo el que a amado a un perro sabe lo que es amar sin miedo.