domingo, 4 de septiembre de 2011


Hecha una estatua. La espera da para mucho, ronda de cabeza siempre en las niñas modosas, cuando saben quién vendrá pero no por dónde. No hay nada menos poético que estar hecho una estatua, por eso los niños se divierten pese a la severidad de sus madres y en su inocencia aún intacta ven raro al que frente suya quiere robarles el alma, no al negro de al lado, ni tan siquiera a la mater retadora, de la que ya se saben la actitud. Entre tanto la tonta espera, hija de una educación machista y sobriamente europea, sin relajarse nada, teniendo un pedazo de banco para tirarse a lo largo.(Foto: Ébanen)

2 comentarios:

Tesauro dijo...

Tal vez hay un parada de autobus al lado?,y se retrasa;o quizas llego hantes de hora para que la espera no fuese más larga, si el bus adelantase su hora de llegada?.O tal vez,esta aplomada por que la han despedido? y piensa,"Cuanto habre de esperar en la lista del inem hasta encontrar de nuevo un trabajo"?.
Donde ha ido tu hermana que llevamos una eternidad esperandola?,puede que le pregunte la mamá a su hijo?.
La hija habra delegado al estar de pie;sentarse, al tiempo, se tenderá y no sobre el pedestal,sucumbirá al relato.

castelo dijo...

A veces, más de las que nos gustaría, somos estatuas de esta realidad cambiante que nos ha tocado vivir, y como la fotografía, esperamos inutilmente que algo o alguien nos haga movernos.